Los golpes del cielo siguieron
como manotazos de un ahogado
que trata de vadear
la lluvia de noviembre.
como manotazos de un ahogado
que trata de vadear
la lluvia de noviembre.
Entonces quise cerrar
el ojo abierto a la herida
proteger de la piedra, la mirada.
No tengo pañuelos suficientes
para atemperar la herrumbre:
una manada de hienas en mi sur
mordisquean el granizo.
mordisquean el granizo.
Habrá de ser desarmado el ácido
aplicado rimmel antióxido
y luego, recién
habrá de restablecerse la media sombra
en el párpado del patio.
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