Mi
padre antes
de salir
copió
unos versos:
“cuando
me
muera,
dejad
la
ventana
abierta”
Siempre
oí esos
versos
campana
de partida
para
su espíritu
y
verde imperativo:
“Florezcan,
reciban
el aire
adoren
la luz”
¿Qué
habrás sabido,
padre mío?
Tengo
las ventanas
abiertas
pero
padre,
no
me sirve.
por
mis ventanas
abiertas,
entran
fantasmas
armados
con palabras,
una existencia
plagada
de pasados.
Bajo
persianas,
corro
cortinas
ya
es hora
de
que ciertas
ventanas
sean
cerradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario