Las farolas de pueblo viejo
han armado un carrusel de guirnaldas
con sus brillos cotidianos
por la ventana nos festejan
iluminan tu mano
que protege mi cintura
acurrucada a tu lado
en la sombra dialogan
los cordones desatados
de nuestras zapatillas
a veces, el amor
es una forma tierna de la memoria
Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede
Qué hermoso poema Ceci...un abrazo y que disfrutes de las vacaciones!
ResponderEliminargracias, nena!!
ResponderEliminarigualmente!
ceci o.
Qué bueno Ceci ! tres imágenes y toda una historia. Me gustó !
ResponderEliminargracias, Cris! me alegro q te haya gustado!
ResponderEliminarceci o.