La piedra de fondo que el sol
abraza con luz naranja
mira desde su altura prehistórica
al río de profundidad
mínima y manar tan dulce
como el primer amanecer
de las primeras vacaciones.
En algún recodo
todo arroyo se endurece.
El salvavidas rompe sus correas
parece como si alguien
hubiera untado aceite sobre el plástico
resbala, se hunde y huye, fácilmente
del cuerpo cansado
que no sabe cuanto aguantará
en la lucha
contra el embate
contra el embate
de la naturaleza y la viscosidad
de los productos culturales.
nada, como describir la naturaleza, con vista aguda y mucho amor, al mundo que nos rodea,,,
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