Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

domingo, 29 de agosto de 2010

Antiguos Rituales

Busca despercudir su alegría
una sola de sus pestañas todavía cava subterráneos
pago -pagué- toneladas por culpa del reojo 
con que está tirando los brazos.

Pero me descalzo para entrar al filo sobre el que dibujó mi nombre.
Cada una de mis consonantes hace de la asfixia al acero su mejor intento.

martes, 24 de agosto de 2010

experimentando

Me bebo el tiempo
el límite preciso de un sabor
escapa de lo que alguna vez fue tierra.
Paladeo el trazo sensible de unos hombros
curvándose como un sorbo dulce en la garganta.

Disfruto la belleza del espejismo
propio de cualquier desierto.

Veo la amplitud del mundo
me deleitan las porciones que brinda
y me pregunto
que tan ajeno corre el horizonte
de mi curiosidad
mi sed
y mis vidrios.

sábado, 21 de agosto de 2010

Confianza

El aceite traza los perfiles.
si el polvillo tiende hacia el soporte
una linea sensible permite el movimiento.

Cuando sus brazos ceden la mirada atenta
escucho la superposición de los planos.
Entre líneas 
intuyo.

jueves, 19 de agosto de 2010

Alterar lo visible

Romper la palabra mirándola a los ojos
no construir pretextos
escudriñando el postdiscurso.
Despejar las callejuelas de lo permanente
cambiará el sentido de la mano
sobre la avenida principal.

lunes, 16 de agosto de 2010

Atención

Habla lo que la palabra había desterrado
cuando callan aquello que el poema afirma.
¿A que viene ése vacío?
Míralo: el doble silencio potencia otro sonido.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Armas de Fuga Animadas por Conjuros

Silvia Córdoba, Fabiana Tron y Mónica Palacio crean su programa radial "Animadas por Conjuros" http://www.animadasporconjuros.blogspot.com/con poesía, narrativa y música de mujeres. Hacen suyos los textos mediante un intenso trabajo de interpretación. En la cuidada articulacion con la música, generan otra voz.
Las "Animadas" han tenido la amabilidad de interpretar mis pequeños textos (principalmente de "Armas de Fuga"). Los han complementado con la musicalidad y el ritmo cantado de Omara Portuondo.
Y siento que el resultado es bello. Pero eso lo pueden juzgar ustedes, entrando ahí: http://www.animadasporconjuros.blogspot.com/
Son hermosas las animaciones conjuradas sobre textos de Idea Vilariño, Susana Thenon, Alejandra Pizarnik y música de Liliana Herrero, Joan Baez. Y mucho mas recomendables sus textos que los de esta humilde escriba.
Si querés comunicarte con las "Animadas por Conjuros": animadasporconjuros@gmail.com.
Escuchalas en la emisión en línea de la Red Nosotras en el Mundo en http://www.rednosotrasenelmundo.org/ todo los jueves a las 14:30 hs. o su repetición los lunes a las 14:30 hs.

Confieso que había roto relaciones con el "Armas...". Escuchar sus voces diciendo mis textos me hizo pensar en ser menos dura con mis diplomáticos.
¡¡¡MIL GRACIAS, Animadas por Conjuros!!!

martes, 10 de agosto de 2010

Elefanta en Bazar

...elefante en bazar... 
tiene el mismo significado que la expresion yanqui




..."bull in a china shop"...

lunes, 2 de agosto de 2010

Varios Poemas de Olvido García Valdés





Recordar este sábado:
las tumbas excavadas en la roca,
en semicírculos, mirando
hacia el este,
y la puerta de la muralla abierta
a campos roturados, al silencio
y la luz del oeste. Necesito
los ojos de los lobos
para ver. O el amor y su contacto
extremo, ese filo,
una intimidad sólo formulable
con distancia, con una despiedad
cargada de cuidado.
Así, aquella nota, reconocer en ella
la costumbre antropófaga, un hombre come
una mujer, reconocer
también la carne en carne
viva, los ojos y su atención extrema,
el tiempo y lo que ocurrió.
Alguien lo dijo de otro modo: creí
que éramos infelices muchas veces; ahora
la miseria parece que era sólo un aspecto
de nuestra felicidad. La dicha
no eleva sino cae
como una lluvia mansa. Recordar
aquel sábado en febrero
tan semejante a éste de noviembre.
Cerrar los ojos. Fatigarse subiendo,
tú sin voz,
con un cuaderno en el que anotas
lo que quieres decir.
La no materialidad de las palabras
nos da calor y extrañeza, mano
que aprieta el hombro,
aliento cálido sobre el jersey.
Para el resecamiento un aljibe de agua,
los ojos de los lobos
para ver. El contexto
es todo, transparente
aire frío. Aproximadamente así:
campesinos del Tíbet
sentados en el suelo, en semicírculos,
aprendiendo a leer al final del invierno,
cuando el trabajo es poco, se trata
de una foto reciente, están
muy abrigados; o una paliza
de una violencia extrema
a un muchacho, y que el tiempo
pase, que cure, como una foto antigua.
Tres mariposas, a la luz de la lámpara,
han venido al cristal.


De "Caza nocturna" 1997

el recorrido del sol cuando cae
la noche, el recorrido
de la noche, hacia dónde
va llegando, mirar
lo conocido como signos
que son y ya no son, un aceite
de estar, representar
su hueco,
desplazados miramos
como si fueran los otros
siempre a estar ahí y de
pronto no están o no estuvieran

De "Y todos estábamos vivos"


Girasol, negro párpado, multiplicada
curva para el deslumbramiento. Somos
sólo cautivos,
presencias dentro de otros
que nos llevan. Allá, muy lejos,
el taxista le dijo: discúlpeme,
la ciudad es muy grande, sólo
manejo por las orillas.
De "Caza nocturna" 1997

domingo, 1 de agosto de 2010

Verdad

Fue una verdad a la tarde.
Abrazada a una taza de té amargo
como si estuviera mi madre
con una pizca de sus dolores.

Es otra verdad ahora.
El deseo gritado en silencio
no marca al hombre deseado.
 
¿Será la misma verdad mañana
de quién limita el futuro
con verdades perennes?

La verdad fotografiada en un poema
-del límite, de la marca, del té oscuro-
puede aspirarse en ritmos de frutillas y cenizas.
Quizás alguna mano la acaricie
como a un sabor azul entre los versos
golpeandose contra la piedra ácida del punto.

Pero el cuerpo del poema
mantendrá su agua límpida
ajeno como el poeta en la torre de marfil
a cualquier incendio del oído.