Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

domingo, 13 de noviembre de 2011

si no es amor le pasa raspando


Que me veo
me vengo viniendo

si no es amor
le pasa raspando

raspando el miedo
amor
raspando el nudo
que ata las fotos
potencia y acciones
cruza de razas
lo ideal vs gozo

(anoto de nuevo:
que armonía
la de los cuerpos
cuando entonan
desde el mismo oído)

se me acurruca el mundo
me derrumbo en vos
luego el oasis
que nos envuelve
muta
el moño será
individual ruta al suelo
o el lazo de entrega
mi unión a tu espejo

no cuento casilleros
gor
no puedo contarlos

que me vengo viniendo
cielo
me veo amor
desde tus manos.

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