A Pablo.
Un camino desajustado debajo de la panza abraza
parado fervorosamente
a la montaña de grasa. Aunque no han podido
con la acrobacia
se duermen, sudados
felices,
la loca, el raro.
La loca montaña y el raro camino
se han armado con un amor sin papeles, tarjetas,
o fichas para marcar "horas extras"
o fichas para marcar "horas extras"
brindados, reciben todo y dan retazos
tratan de que alcance
tratan de que alcance
el amor emborrachado con haber amado
una tarde de verano; y en él pierden
los arduos nortes, la brújula, el gps.
Hollywood raptó el concepto del amor
con sus películas de compañía para el
sábado a la noche. El afecto raro de los que
no caben en los talles únicos: desconfía
con sus películas de compañía para el
sábado a la noche. El afecto raro de los que
no caben en los talles únicos: desconfía
por que asoma una sombra
de un nombre que sólo es memoria
del amor normalizado en la infancia.
Los raros y las locas, igualados en esto
al resto de los mortales; cuando asumen
el trabajo de darse la batalla, si dejan
de amarse únicamente a si mismos:
el trabajo de darse la batalla, si dejan
de amarse únicamente a si mismos:
ganan, son rendidas sus armas,
vencidos aman
vencidos, son amados.
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