Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

martes, 31 de enero de 2012

Tres de Verano


1) Pinar

Una catedral verde.
Su autoritaria acidez
su esencia destructiva
está siendo ahogada lentamente
por los retazos
de otra fuerza desbordante
la perseverante presencia
de la pasión.


 2) Lago

Me mira con ojos enfermos
tiene el colesterol por las nubes
ha debido soportar toneladas
de  grasa de lanchas.
Ceniza ¿te faltará mucho
para actuar aquí?

3) Caídas
El mundo cordillerano
grita colores, chorrea texturas,
desborda vida; 
pero yo camino
con tobillo inestable 
y anteojo torcido.

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