Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

viernes, 22 de agosto de 2014

La miseria mas profunda del poeta

Noche tras noche
subió hasta el techo 
una estadía fuera del tiempo 
eterno retorno, la nieve nueva 
que desgarra con el mismo poder 
del viejo hielo.


Desde la miseria mas profunda del poeta
gritaba con los labios quietos
el cuerpo abierto a todo viaje imaginario
el dolor y el dolor y otro dolor mas
las muertes recorriendole las piernas 
el veneno retorciéndolo
cosiendo con puñales el nombre de su sangre
otra vez los cuervos picoteaban el espejo 

Yo se 
lo se muy bien 
que una voz lo llamaba, 
donde estás donde estás donde estás 
y que esa voz gritó también
tratando de entrar en el trueno
volvé por favor, vení conmigo 
el amor fue la potencia 
tratando de atar el hilito
que une casa y sentido de casa
entre silla y significado silla
el recuerdo de que "señor que toma el colectivo" 
es tan solo "señor que toma el colectivo".

Caminaba sin medir el filo de los pasos
lo que sonaba en cada repique del asfalto
era el aullido de un cachorro. 


Sin cimientos te hundiste 
con el peso del volumen sobre el techo
en la miseria mas profunda del poeta: 
la de no poder utilizar
el poder nominador de la palabra.

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