debajo de lo mullido respira el polvo de la mirada
los juguetes rotos no suenan su nariz en ningún pañuelo
pocos líquidos remueven esas manchas
cuando estornude la alfombra
por que el frío existencial
envolvió al te con leche y tostadas
dejá la aspiradora en la puerta para mirarme
no me enrolles
dame
aunque sea con los guantes puestos
un seco beso
un abrazo.
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