Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede
tamarit, jejejje, me comi una i! ademas de la correcion tipografica, Profesor,¿no tiene nada mas qe decir? pero un poeta siempre tiene palabras, me pregunto donde habran qedado las suyas!
¿Reconcidencias? ¿No será quizá recoincidencias?
ResponderEliminartamarit, jejejje, me comi una i! ademas de la correcion tipografica, Profesor,¿no tiene nada mas qe decir? pero un poeta siempre tiene palabras, me pregunto donde habran qedado las suyas!
ResponderEliminarC. O.