Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

sábado, 1 de mayo de 2010

Diversas Situaciones

Ese estado donde las fugas son construidas
apoya sus agujas en caminos encajados en cajones
siempre el primero, como el de los cubiertos.

Quizás sea el paso más allá del quicio
a tomar del mismo centro de las nubes
asi lo deciden los cachorros
amontonados bajo las tetas de su perra
cuando la leche ya no es suficiente
para satisfacer los dulces sueños.

Quizas sea el paso mas allá del quicio
el movimiento necesario
para que el contacto incierto
con la suma y el resto
gane la pátina que emanan las cloacas.

Habremos de arreglar
un prolijo control diario
para que nadie se entere
por el vecindario
de la patada a la silla.

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