Un techo empuña la noche
acecha al descuido
a las desprevenidas luces
que juegan al antón pirulero
en el campito de las bellas
y malas artes.
Cuando las llaman a cenar
corren velocísimas
con sus zapatillas blancas.
No ha caído sobre ellas
el dosel de la esclava.
acecha al descuido
a las desprevenidas luces
que juegan al antón pirulero
en el campito de las bellas
y malas artes.
Cuando las llaman a cenar
corren velocísimas
con sus zapatillas blancas.
No ha caído sobre ellas
el dosel de la esclava.
Muy bueno Ceci. Las palabras trasnochadas cubriendo el desvelo de la noche. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, ranraider!!
ResponderEliminarceci o.