Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

miércoles, 26 de mayo de 2010

Huida

Sobre las lunas de júpiter o marte
armaré mi viaje
no te puedo amanecer de este lado del río.
no hagas el fernet en su punto justo.
no me sugieras siquiera
el mate y las tortas fritas para el domingo lluvioso.
no pienses en degustar mi carne lacerada.
no me esperes en el grito
ni atiendas al crujir de la moneda
que con su canto nos resuelva aquel instante.
no generes la brillante lata de celofán,
ni me pidas esa panera hermosa.
no me expliques la piedra lanzada hacia el techo de vidrio,
no des la frente contra los fragmentos del espejo arrugado,
no me muestres la provocación para el paso adelante,
No lo hagas.

Apenas soy esto
que nunca terminará de caer.

2 comentarios:

  1. Lindo Ceci, lindo pasear por estos versos. Ella dice que escribe y lo hace, enarbolando bellas frases, con originalidad, orillando las imágenes, me gustó.

    Lily Chavez

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  2. gracias, Lily!
    ceci o.

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