Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

domingo, 20 de febrero de 2011

obtengo una verdad, es decir, un intento...

obtengo una verdad/ es decir, un intento/ pago su alto precio/ con mi moneda/ mi moneda es un lujo/pero no me quejo/ simplemente duelo/ la pérdida de calcio/ de aquello en que me rompo/ para alimentarme/ nadie muerde el ácido/de esta forma/despierta como un señuelo / oculto en el zapato/ ¿convivir con la oscuridad/ de la tierra apelmazada/ entre las grietas de las suelas?/ pero no trueno/ despertenezco/ lluevo con agua distinta/de la caída/de la pendiente/ me quedo/ entre los chillidos /de mis pares/ los murciélagos sordos.

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