Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

jueves, 10 de febrero de 2011

Witold Gombrowicz

"...y yo me he convertido en un Gombrowicz formado y definido por sus propias obra; y eso se extiende a todos los puntos de vista incluso en mi posicion social. En el fondo me siento esclavo de este Gombrowicz, una cosa completamente delimitada. ¡Fatal situación! Pienso en diferentes clases de bancarrotas y fracasos para destruir lo que he hecho. Pero ¿encontraría la forma y la perseverancia necesaria? En parte soy un objeto terminado, en parte una bomba de relojería cuyo mecanismo todavía hace tic-tac..."

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