Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

jueves, 14 de julio de 2011

Escorpiones

No sentí nunca otro calor tuyo
mas que el del útero consagrado,
hemos extirpado los clítoris
ya en géminis, ya en sagitario.

¿habrá sido un hermano
el que desgarró tu abrazo,
aunque sin matarte del todo las entrañas?
¿mi cuerpo habrá aumentado
el veneno tortuoso
con el que me enfrentaste en la vida cotidiana?

Quizás hayamos quedado a mano.
quizás, entonces, no haré nada
para que duelan tus tinieblas en la noche solitaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario