Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

viernes, 29 de julio de 2011

Juana Bignozzi

***Pertenencias

Como toda persona que se respeta
tengo una ventana para decir buen día
para dejar qe se acerquen
las imágenes que aún reconozco
para escuchar
el paso de la gente de los gatos de las hojas
y sentirme desamparada
a través de mi ventana los ruidos son cada vez menos intensos
los ruidos de la vida cada vez más lejanos.
Una ventana con ruidos de tormenta de tiempo que pasa
mis palabras para conocerme mejor
yo misma explicada hasta el aburrimiento
yo misma que mira a la gente con la que ni nos hemos
             planteado el amor
los que me escuchan los que me comprenden
los que no existen
yo misma que hablo cada vez mas
y sólo logro interesarme por pocos rostros
tan pocos
que bromeo con todo el mundo
para disimular mis preferencias.




***
Las  confidencias sólo sirvieron para malentendidos
los viajes para saber
que tras el agua no hay más valor que las piedras
los vinos para decir de verdad qué pensábamos
la gentileza-apenas educación social-
para envalentonar ignorantes
y el camino propio
para convertir en restos este sólido cuerpo
que no resitió incólume los jueces hoy entregados
los amiguitos con status, los grandes planificadores
que no se animaron a ver que detrás de los papelones,
las experiencias piltrafas
algunos logramos abrir el camino que lleva a casa

yo tiré y recuperé mis pedazos para volverlos a destrozar
estos que quedan vieron todas las aguas del mundo
y aunque el recuerdo de algunos
es la resaca de un mal vino
la muerte aún está lejos.


Juan Bignozzi nació en Buenos Aires en 1937. Desde 1974 reside en Barcelona. Los textos anteriores fueron extraidos de "La ley tu ley", obra reunida bajo el sello de Adriana Hidalgo editora.

2 comentarios:

  1. gracias por los poemas. Usted sabe que doña Bignozzi es una debilidad.

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  2. lisboa!!! tiempo sin saber de usted... si, no olvido como conocí a esta doñita... la estoy releyendo...me reencuentro en estos textos ¡dicen tanto! espero qe este muy bien, un abrazo!! ceci o.

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