Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

jueves, 14 de octubre de 2010

Ganancia

Otras veces cuando suman,
depende de los factores que alteren el producto,
la suma puede dar como máximo, fracción y una.
Por que a veces un número es medio, o tres cuartos,
siete octavos, o no sé, pero no es cinco quintos
ni diez décimos. No está entero.
Le faltan fragmentos, chorrea vacíos.
Hace frío entre sus números,
busca completar con letras.
El abecedario transcurre pero no escribe: calcula.
No hay sentido interno.
Es apenas palimpsesto de letras y fracciones.

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