Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

domingo, 10 de octubre de 2010

Varios de Jacobo Fijman.

Cena

Cenas de mi soledad en hosco abatimiento
eterna como Dios, profunda de universo.
¡He sido el más ausente:el juntador de formas!

Cenas de mi soledad...
El sudario mas frío es uno mismo.

¡Buscar y qué buscar!
¿Encrucijadas puras donde zapatean los truenos
en un constante mediodía?

Cenas de mi soledad en hosco abatimiento.
Pan y Sal. Lamentos.
Piernas que saltan; salidas del cortejo;
vacilación de luz que viene abajo.
¡Extramaunción de un armonioso herrero!

Ir; pero no ir nunca;
en algodón de olvido sumir todos mis días.

Anuncios que se deslizan;
canción de gallos en la mañana azul de mi esperanza;
continuación de tiempos fundamentados en dolor.

Fui un desaparecido, el más ausente:
el juntador de formas.

Amanecer desentonado...


Madurez

Soles ancianos;
madura el horizonte en los caminos.

Tu piedad es alondra en mis mañanas.
¡Hazme de nuevo en los cantos de tu vida!

Mi sueño es un aroma
gris y ya viejo de sí mismo.
¡Ah, cómo son de tristes las madureces!

Mi soledad es pura,
como un desierto
lavado en las estrellas;
alta cual la montaña
en que resbalan mis espantos.

Todas las albas de la eternidad
dejáronme las huellas de sus anunciaciones;
pero mi sueño es gris y viejo.

¡Madura el horizonte en los caminos!


Las Blancas Torres

Júbilo musical del agua.

Permanezco anhelante.
Compases olvidados que retornan.

Jubilo musical del agua.
Suenan las blancas torres del invierno.

Pupilas anonadadas;
compases olvidados.

¡Aún guardan mis anhelos gritos de salvaje!
pero sólo mis medias noches
saben de estos pájaros de fuego.

Interrogatorios de mi ser;

cizaña de mis sementeras
y el recodo más negro del camino.

Interrogatorio de mi ser;
fotos que no blanquea ni la aurora.

¿A las anchas de qué amor
encenderé mi vida?

Suenan la blancas torres del invierno.

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